
Así comenzamos una montaña rusa llamada colección o drop como sea....
Diseñar una colección en nuestro estudio no comienza con tendencias, sino con una pregunta: ¿qué necesitamos decir ahora? Cada colección responde a una urgencia, a un momento emocional, social o ambiental que queremos traducir en prendas. A partir de ahí se define el concepto central: puede ser una palabra, una imagen, una frase o una sensación que funciona como eje.
1. Investigación y referencias locales
Nuestra metodología siempre parte del contexto. Caminamos por barrios, visitamos ferias locales, hablamos con personas que no están en el mundo de la moda, pero que son referentes de estilo en sus entornos. Observamos cómo la gente combina, adapta y reinterpreta la ropa en su día a día. A partir de ahí recolectamos referencias visuales, texturas, paletas y palabras clave.
2. Selección de materiales y desarrollo de textiles
Buscamos trabajar con materiales disponibles localmente: telas de sobrestock, algodón reciclado, nylons de uso técnico, denim en crudo. En algunos casos colaboramos con talleres que producen tejidos artesanales o técnicas de teñido natural. Esto no solo reduce el impacto ambiental, sino que ancla la colección en una realidad geográfica y social.
3. Siluetas y funcionalidad
Diseñamos pensando en cuerpos reales y movimientos cotidianos. Nuestras siluetas suelen partir de patrones modulares, rectangulares o inspirados en ropa de trabajo y deportiva. Probamos cada prenda en distintos cuerpos antes de definir el corte final. Queremos que las prendas se adapten, no que exijan al cuerpo adaptarse a ellas.
4. Producción colaborativa
Trabajamos con talleres locales, priorizando relaciones horizontales y procesos transparentes. Cada muestra es revisada en conjunto con los patronistas y costureras. Nos interesa que cada persona involucrada entienda el concepto de la colección, que no sea solo una ejecución técnica sino una construcción compartida.
5. Presentación y narrativa
La colección se presenta siempre con una narrativa visual. Más allá del lookbook tradicional, creamos una cápsula audiovisual o instalativa donde el concepto se traduce en atmósfera. No nos interesa mostrar solo ropa, sino provocar una emoción, una pregunta, una pequeña pausa. Cada presentación es una extensión del mensaje de la colección.